29 enero 2009



Redadas de padres 'sin papeles' ante los colegios de sus hijos


El Mundo, OLGA R. SANMARTIN / FERNANDO LAZARO, 2009-01-29


Los sindicatos policiales denuncian ante el fiscal general del Estado la escalada del Ministerio de Interior contra la inmigración ilegal Madrid


Los inmigrantes que viven en España están ahora, más que nunca, en el punto de mira de la Policía. Muchos tienen miedo hasta de coger el metro porque cada vez se topan con más controles y redadas. Algunas incluso se producen a la puerta de los colegios, adonde acuden los agentes a la caza de padres sin papeles que van a recoger a sus hijos, según se quejan las ONG. Estas denuncias se cruzan con las de los sindicatos policiales, que han expresado al fiscal general del Estado, Cándido Conde – Pumpido, la «especial preocupación» que les produce «la práctica policial de identificaciones masivas e indiscriminadas en la vía pública o en locales de ocio».

El Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Confederación Española de Policía (CEP), la Unión Federal de Policía (UFP) y el Sindicato Profesional de Policía (SP) sostienen que las detenciones se realizan «sin ninguna razón de sospecha sobre determinadas personas por ser jóvenes, por transitar por determinada zona, por ser de origen extranjero».

Como piensan que las identificaciones «pueden vulnerar la legislación vigente», le piden a Conde – Pumpido «una clarificación legal» para determinar «cuándo», «en qué circunstancias y supuestos» y «por cuánto tiempo» se «puede impedir la libre circulación de un ciudadano».

Según la denuncia – que también han remitido al Defensor del Pueblo y a los grupos parlamentarios – , los arrestos «se desarrollan siempre en cumplimiento de órdenes superiores». Fuentes del SUP explican, por ejemplo, que el comisario Carlos Rubio, que el año pasado tomó posesión como jefe superior de Policía de Madrid, dio orden verbal, nada más llegar, de identificar «por sus rasgos físicos» a inmigrantes que pudieran estar indocumentados.

Son los mandos policiales y, por extensión, el Ministerio del Interior, como máximo responsable, los que obligan a los policías a realizar estas prácticas. Desde Interior se defiende la profesionalidad de los agentes. Un portavoz oficial asegura que ningún mando ha dado órdenes de realizar detenciones indiscriminadas de sin papeles y aclara que la Policía Nacional, igual que el resto de Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado, se limita a cumplir la ley.

Pero las ONG y los colectivos de extranjeros aseguran que en los últimos meses se ha producido una escalada en la lucha contra la inmigración ilegal. Las redadas se han intensificado sobre todo en Madrid, pero también en Bilbao, Las Palmas, Valencia, Málaga y Ceuta, tal y como ha detectado la Federación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados en España (Ferine).

«Desde hace unos meses nos llegan noticias de personas interceptadas cuando salen de su casa a tirar la basura o cuando regresan del trabajo en el Metro», confirman en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear).

Es el caso de René Maldonado, un ciudadano chileno que es colaborador de Cear, miembro de Ferine y vocal de la Asociación Chilena al que la policía cazó en el suburbano madrileño al volver de una reunión. René era jefe de operaciones de una empresa naviera en Chile y en España no tiene papeles. Por eso ha tenido que dormir en una celda del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, en situación de «hacinamiento» y «teniendo que pedir permiso para ir al baño».

«Me quitaron hasta los cordones de los zapatos. Me hicieron sentir como un delincuente», dice Maldonado, al que le han abierto expediente de expulsión. En el CIE conoció a gente tan peligrosa como él; por ejemplo, una señora a la que pillaron en chanclas cuando iba de su casa al locutorio.

«Sabemos de casos en los que se ha pedido la documentación a los extranjeros cuando iban al colegio a recoger a sus hijos», sostiene José Miguel Morales, secretario general de Andalucía Acoge, hecho que confirman otras ONG.

«Entran en las peluquerías, en los locutorios, en los centros culturales… Hay un clima de terror e indefensión. Es un estado policial, una campaña de acoso y caza», añade Abuy Nfubea, presidente de la Federación Panafricanista, un colectivo que agrupa a más de 70 asociaciones.


Fuente: mugak.eu

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