La realidad detrás del velo
Hanaa (i.), Iman (c.) y Aisha pasean por la Calle Real de Arrecife. MIGUEL ÁNGEL MACHÍN
Lanzarote ya cuenta con su primera asociación de mujeres musulmanas. Entre otros objetivos, este colectivo pretende dar a conocer sus verdaderos valores para evitar que de forma "errónea" la sociedad que no profesa el Islam siga considerando a las mujeres como un ser marginado desde su religión. Fomentar su integración laboral es otro de los fines de Asoismulanz.
ARÁNZAZU FERNÁNDEZ - ARRECIFE.
En el imaginario colectivo aún está presente la idea de que la mujer musulmana es marginada, dependiente y se le asocia con una subordinación al varón y con situaciones en las que se cuestionan sus derechos humanos. Son imágenes "distorsionadas" y están lejos de la realidad, tal y como se apresuran a aclarar Aisha Cabrera, Iman de Ganzo y Hanaa Zenasni Djellal, presidenta, vicepresidenta e impulsora y vocal, respectivamente, de la Asociación Islámica de Mujeres de Lanzarote (Asoismulanz), que acaban de constituir.
Quieren desterrar esas percepciones que la sociedad tiene del colectivo de la mujer musulmana promoviendo su identidad, su valor y haciendo valer sus derechos a través de esta nueva asociación.
Aisha destacó que "el Islam tiene todos los valores para el hombre, la mujer y los niños. Islam significa paz y es muy contrario a la imagen que se está dando por ahí, de que el hombre domina a la mujer. Es respeto e igualdad en la familia". La presidenta de Asoismulanz precisó que "aunque el machismo está presente en todos lados, en el Islam la mujer es muy respetada porque es la madre de los hijos y está por encima del hombre". Añadió que "cada uno tiene una función muy diferenciada, frente a lo que ocurre en la sociedad actual, donde la familia es un caos y todo se confunde". Por otro lado, entre los fines de Asoismulanz figuran también fomentar la integración socio laboral de las mujeres y el intercambio cultural con otras entidades. De momento, este nuevo colectivo cuenta con seis socias pero "la idea es continuar ampliándolo además de disponer de un local para realizar nuestras actividades", dice Aisha.
DESCONOCIMIENTO. El idioma es una de las barreras con las que se encuentran las hablantes de árabe en la sociedad insular. En ese sentido, entre las actividades que se pretenden llevar a cabo se encuentran ofrecer un servicio de traducción e interpretación y otro de alfabetización de mujeres. Hanaa impartirá las clases, que "estarán adaptadas al tiempo del que disponga la gente". Aseveró que "a veces son las propias mujeres las que imponen su barrera creyendo que por practicar el Islam van a ser rechazadas en la sociedad. Necesitan integrarse y también que se les ayude con el idioma y se les permita ir al trabajo cubiertas y con el pañuelo. La integración no tendría que pasar por vestir como una occidental".
Otro de los handicaps con los que se encuentran las musulmanas, explicó Hanaa, es que "muchas son analfabetas y no pueden practicar bien la religión al no poder leer el Corán".
Iman considera importante que "los hijos de padres musulmanes que han nacido aquí, así como los menores inmigrantes llegados en patera que están siendo atendidos en centros de acogida, no se desvíen de su cultura". A los padres de estos últimos, indicó Iman, "seguro que les gustará que sigan practicando su religión, que no se sientan desamparados en ese aspecto y que les demos apoyo por si necesitan cualquier cosa".
Asoismulanz dará asesoramiento en temas de salud, educación, religión y familia a aquellas personas que demanden sus prestaciones y a su vez ofrecerá la posibilidad de tramitar asuntos de la vida diaria. En otro orden de cosas, las representantes de Asoismulanz hablan de su experiencia como musulmanas. Iman, que es lanzaroteña y decidió convertirse al Islam, indicó que "la falta de conocimiento sobre nuestra religión y modo de vida hace desconfiar a la gente. Piensan que el velo es cosa de moras y que te lo impone tu marido y para nada es así. A mí nadie me ha impuesto nada. El Islam sólo te quita lo malo: las drogas, el tabaco, el alcohol...".
Aisha recordó que siempre ha estado "luchando por las cosas buenas" y de forma reciente optó por ser musulmana. Opinó que "practicar el Islam es lo más justo para el ser humano y lograr una sociedad justa. El Corán es palabra de Dios y Dios es el que ha hecho al ser humano".
Fuente: laprovincia.es
Quieren desterrar esas percepciones que la sociedad tiene del colectivo de la mujer musulmana promoviendo su identidad, su valor y haciendo valer sus derechos a través de esta nueva asociación.
Aisha destacó que "el Islam tiene todos los valores para el hombre, la mujer y los niños. Islam significa paz y es muy contrario a la imagen que se está dando por ahí, de que el hombre domina a la mujer. Es respeto e igualdad en la familia". La presidenta de Asoismulanz precisó que "aunque el machismo está presente en todos lados, en el Islam la mujer es muy respetada porque es la madre de los hijos y está por encima del hombre". Añadió que "cada uno tiene una función muy diferenciada, frente a lo que ocurre en la sociedad actual, donde la familia es un caos y todo se confunde". Por otro lado, entre los fines de Asoismulanz figuran también fomentar la integración socio laboral de las mujeres y el intercambio cultural con otras entidades. De momento, este nuevo colectivo cuenta con seis socias pero "la idea es continuar ampliándolo además de disponer de un local para realizar nuestras actividades", dice Aisha.
DESCONOCIMIENTO. El idioma es una de las barreras con las que se encuentran las hablantes de árabe en la sociedad insular. En ese sentido, entre las actividades que se pretenden llevar a cabo se encuentran ofrecer un servicio de traducción e interpretación y otro de alfabetización de mujeres. Hanaa impartirá las clases, que "estarán adaptadas al tiempo del que disponga la gente". Aseveró que "a veces son las propias mujeres las que imponen su barrera creyendo que por practicar el Islam van a ser rechazadas en la sociedad. Necesitan integrarse y también que se les ayude con el idioma y se les permita ir al trabajo cubiertas y con el pañuelo. La integración no tendría que pasar por vestir como una occidental".
Otro de los handicaps con los que se encuentran las musulmanas, explicó Hanaa, es que "muchas son analfabetas y no pueden practicar bien la religión al no poder leer el Corán".
Iman considera importante que "los hijos de padres musulmanes que han nacido aquí, así como los menores inmigrantes llegados en patera que están siendo atendidos en centros de acogida, no se desvíen de su cultura". A los padres de estos últimos, indicó Iman, "seguro que les gustará que sigan practicando su religión, que no se sientan desamparados en ese aspecto y que les demos apoyo por si necesitan cualquier cosa".
Asoismulanz dará asesoramiento en temas de salud, educación, religión y familia a aquellas personas que demanden sus prestaciones y a su vez ofrecerá la posibilidad de tramitar asuntos de la vida diaria. En otro orden de cosas, las representantes de Asoismulanz hablan de su experiencia como musulmanas. Iman, que es lanzaroteña y decidió convertirse al Islam, indicó que "la falta de conocimiento sobre nuestra religión y modo de vida hace desconfiar a la gente. Piensan que el velo es cosa de moras y que te lo impone tu marido y para nada es así. A mí nadie me ha impuesto nada. El Islam sólo te quita lo malo: las drogas, el tabaco, el alcohol...".
Aisha recordó que siempre ha estado "luchando por las cosas buenas" y de forma reciente optó por ser musulmana. Opinó que "practicar el Islam es lo más justo para el ser humano y lograr una sociedad justa. El Corán es palabra de Dios y Dios es el que ha hecho al ser humano".
Fuente: laprovincia.es
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