03 junio 2008

La otra orilla
The Guardian mira a Canarias


"Una foto del canario Manuel Lérida ha sido elegida entre las mejores imágenes del mundo en 2007. Cualquiera puede escribir una crónica sobre cayucos, pero una foto es algo distinto"

Juan Manuel Pardellas
Las Palmas de Gran Canaria


Unos ojos enormes, que flotan en sangre, sin que pueda definirse un color porque sólo reflejan la luz que les llega, cansados, profundos, miran de frente. Con ellos una cara afilada, de barba incipiente, labios rotos y cabeza tapada por un gorro negro de lana. Apenas se ve nada más. No hace falta. Ha sido elegida entre las mejores 27 fotos del mundo y la disparó el canario Manuel Lérida, de Efe, en el puerto de Los Cristianos el 16 de julio de 2007. Al contrario de lo que le ocurre a muchos medios nacionales e incluso de las islas, a The Guardian no se le ha olvidado que en unos islotes de risa perdidos en el atlántico siguen llegando héroes que han logrado sortear olas tsunámicas, vientos huracanados, sol abrasador y frío gélido, que han burlado la muerte, el hambre y la sed y han llegado a nuestras costas, donde, por primera vez en meses, reciben el abrazo de la Cruz Roja, sin guantes de látex ni mascarilla, después de que los hayan arrebatado de la fosa común atlántica los valientes hombres de Salvamento y la Guardia Civil. Cualquiera puede escribir una crónica periodística sobre cayucos. Basta con tener los contactos adecuados para hacerlo por teléfono desde el cómodo sofá de casa. No hay nada meritorio, más bien insultante, en ello. Pero una foto es algo bien distinto.

Hay que estar ahí, como este pasado domingo de playa, mientras llegan exhaustos y los evacúan urgentemente para que los salven nuestros médicos, mientras nuestros patriotas ladran y escupen miedo entre los que comparten pasillo de hospital y sus familiares. Una madrugada, Manuel Lérida arriesgó sus tobillos hasta llegar a la cala y enviar al mundo los inútiles esfuerzos de nuestros sanitarios por reanimar a un joven al que se le paró el corazón cuando sus piernas tocaban el paraíso. Otra noche, tiró su cámara a la arena para ayudar a los que llegaban a la playa. Todo lo grande que tiene de hombre lo tiene de alma. Por eso, la elección de The Guardian de la foto de Lérida también debe entenderse como una bofetada que reciben los que creen que no le deben nada, porque, en verdad, sin periodistas como él éste mundo sería aún mucho más miserable.

Fuente: canarias7.es



Foto de Manuel Lérida selecionada por el periódico britanico The Guardian



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