La ONU deplora la nueva política de Europa hacia la inmigración
La comisaria de Derechos Humanos carga contra las leyes del Gobierno italiano
EL PERIÓDICO
GINEBRA
La alta comisaria de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, criticó ayer con firmeza el endurecimiento de las leyes "contra la inmigración ilegal y las minorías indeseables" en Europa y, en particular, las medidas adoptadas por el Gobierno de Silvio Berlusconi en Italia.
Arbour, que concluye su mandato el próximo día 30, afirmó en su discurso de despedida ante el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU que "la reciente decisión del Gobierno italiano de criminalizar la inmigración ilegal y los ataques contra campamentos gitanos en Nápoles y Milán" son ejemplos de las actitudes de xenofobia e intolerancia que se observan en Europa y reflejan las "políticas represivas" de las que se están dotando los países europeos.
La alta comisaria arremetió también contra el maltrato y la marginación de la mujer y de los homosexuales. "Un aspecto fundamental de la discriminación legal de la mujer en muchos países es la limitación que se le impone sobre su capacidad para poseer o gestionar propiedades, incluida la que se hace a través de un divorcio injusto o de las leyes sobre las herencias".
NEGACIÓN DE LA DIGNIDAD
"La perpetuación de los prejuicios --afirmó ante un foro en el que los países islámicos tienen un peso importante-- continúa negando la igualdad de derechos y la dignidad a millones de personas en todo el mundo, sobre la base de algo tan inocuo como su identidad u orientación sexual, o sus ancestros, en el caso de la discriminación por casta".
Algunos de los países islámicos y africanos que forman parte del Consejo --y que disponen de mayoría cuando cuentan con el apoyo de sus aliados Rusia, China y Cuba-- se han mostrado a menudo irritados por los postulados de Arbour, una prestigiosa jurista canadiense de 61 años, que anteriormente fue fiscal de los tribunales internacionales para la ex-Yugoslavia y Ruanda.
En su discurso final, Arbour también reprobó la actitud de la Junta militar de Birmania por haber puesto obstáculos a la ayuda internacional para las víctimas del ciclón Nargis y sostuvo que esa situación ha sido consecuencia de la larga "tolerancia internacional frente a violaciones de los derechos humanos".
Fuente: elperiodico.com
La alta comisaria de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, criticó ayer con firmeza el endurecimiento de las leyes "contra la inmigración ilegal y las minorías indeseables" en Europa y, en particular, las medidas adoptadas por el Gobierno de Silvio Berlusconi en Italia.
Arbour, que concluye su mandato el próximo día 30, afirmó en su discurso de despedida ante el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU que "la reciente decisión del Gobierno italiano de criminalizar la inmigración ilegal y los ataques contra campamentos gitanos en Nápoles y Milán" son ejemplos de las actitudes de xenofobia e intolerancia que se observan en Europa y reflejan las "políticas represivas" de las que se están dotando los países europeos.
La alta comisaria arremetió también contra el maltrato y la marginación de la mujer y de los homosexuales. "Un aspecto fundamental de la discriminación legal de la mujer en muchos países es la limitación que se le impone sobre su capacidad para poseer o gestionar propiedades, incluida la que se hace a través de un divorcio injusto o de las leyes sobre las herencias".
NEGACIÓN DE LA DIGNIDAD
"La perpetuación de los prejuicios --afirmó ante un foro en el que los países islámicos tienen un peso importante-- continúa negando la igualdad de derechos y la dignidad a millones de personas en todo el mundo, sobre la base de algo tan inocuo como su identidad u orientación sexual, o sus ancestros, en el caso de la discriminación por casta".
Algunos de los países islámicos y africanos que forman parte del Consejo --y que disponen de mayoría cuando cuentan con el apoyo de sus aliados Rusia, China y Cuba-- se han mostrado a menudo irritados por los postulados de Arbour, una prestigiosa jurista canadiense de 61 años, que anteriormente fue fiscal de los tribunales internacionales para la ex-Yugoslavia y Ruanda.
En su discurso final, Arbour también reprobó la actitud de la Junta militar de Birmania por haber puesto obstáculos a la ayuda internacional para las víctimas del ciclón Nargis y sostuvo que esa situación ha sido consecuencia de la larga "tolerancia internacional frente a violaciones de los derechos humanos".
Fuente: elperiodico.com
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