13 mayo 2008

La Otra Orilla

40, 70, 540



«Sólo hay una llave de esta cámara acorazada en que quieren convertir Europa y la única copia la tiene el pueblo para dar un puntapié a los que ladran desde sus cómodos»


Juan Manuel Pardellas
Las Palmas de Gran Canaria



Un concejal del PP de Teguise critica cuánto ensucia un centro de internamiento de extranjeros al lado del hoyo 14 de un campo de golf. El ministro Rubalcaba y todos los socialistas en bloque se han apresurado a defender un texto a todas luces injusto, atentatorio a la dignidad y los derechos de los extranjeros, donde se cosifica como animales de zoo a los semejantes que han tenido el infortunio de señalarnos en el mapa de sus sueños para mejorar su vida y la de sus familias. La escalada antiinmigrante ya no es una anécdota de los discípulos de Bossi o el caldero que los conservadores europeos (incluso los moderados) ponen a hervir en función de sus intereses electorales. Con la izquierda sumada al mismo carro, los miserables pasarán a serlo doblemente: primero por las circunstancias que los empujan a partir de sus países, segunda porque ya no queda quien los defienda en Europa. Sólo hay una llave a esta cámara acorazada en que quieren convertir Europa y la única copia la tiene el pueblo. El mismo que cae en la red de sus políticos exaltados tiene la potestad de dar un puntapié, pero no a los que vienen por aeropuertos o pateras, sino a los que ladran desde sus cómodos sillones, coches y despachos. 40, 70, 540 son las cifras que pasarán nuestra historia más negra, como el 46664 de Mandela. 40 son los días de retención de un inmigrante en nuestros centros. 70 los que en diciembre de 2006 propuso en el Congreso Coalición Canaria. 540 los días máximos de retención que contempla el nuevo proyecto europeo que apoyan los socialistas españoles, que ahora se apresuran a minimizar con cien matices distintos. Todo por una falta administrativa, no un delito. No se engañen. A los políticos canarios también les interesa que sea así. Al ritmo actual de llegada de cayucos, en un fin de semana se llenarán los centros, se abrirán otros provisionales y acuartelamientos, pero un plazo tan alto como 540 días de retención da para organizar un auténtico levantamiento popular contra la segura masificación. Y de ahí a lo que venimos denunciando durante meses, un paso. Un solo paso del que ahora ya es cómplice toda la clase política.

Fuente: canarias7.es

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