09 noviembre 2007

El humor argentino de luto: Fallecieron Norman Erlich y Mario Sánchez
Buenos Aires, 8 de noviembre (Reporter). En menos de un día, el público argentino perdió a dos figuras del humor familiar y exento de groserías: el mendocino Mario Sánchez y el máximo exponente de la comicidad judía en el país, Norman Erlich.

Luego de brillar en el teatro, la radio, el cine y la televisión en los últimos 25 años, desde que ayer por la tarde se conoció la noticia del fallecimiento de Erlich se multiplicaron las evocaciones de aquel tiempo perdido en varios medios, situación que se acentuó con el deceso de Sánchez esta madrugada.

Cuando la televisión está atravesando por una fuerte crisis, en donde son usuales las malas palabras, la misoginia y el humor grosero en cualquier horario, estos dos cómicos representaban una manera distinta de conseguir arrancar caracajadas en la audiencia.

Ya sea desde la pantalla chica, el teatro, la radio o el cine, tanto Erlich como Sánchez consiguieron con esfuerzo forjarse un lugar en la memoria del público. Resulta difícil pensar de qué modo estos artistas podrían haberse insertado en el contexto actual del
espectáculo argentino.

Nacido en Buenos Aires en 1932, Erlich siempre será recordado como el gran cómico judío de Argentina, con un gran dominio del monólogo, uno de los géneros más difíciles para hacer reír.
Gracias a su humor, que se potenciaba con sus gestos y fraseo, brilló en comedias musicales, café concerts y varietés. Su versatilidad le permitió, en los últimos años de su carrera, transitar también el drama, como su recordada participación en el filme "El abrazo partido".

Enfermo de leucemia, Erlich murió en la noche del martes, aunque se conoció la noticia en el mediodía de ayer.

Sánchez, por su parte, falleció esta madrugada a los 71 años en Córdoba, víctima de una embolia. Si bien el cómico sufría desde hace años de una avanzada diabetes y se prestaba a ser operado por una afección cardíca, su deceso tomó por sorpresa a su familia.
Con una veintena de filmes en su haber, y después de haber incursionado con éxito en la radio y la televisión, el creador del Gaucho Barralde trabajó también en el teatro de revistas y siempre se lució con personajes inocentes y despistados. (Reporter)
Fuente: Yahoo noticias

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