20 octubre 2007

La historia secreta de Montevideo

Leonardo Borges

¿Quiénes somos?

Esa es una pregunta que, como persona interesada en la Historia, ha rondado mi esquina a lo largo de mis días de estudio. ¿Cuál será la impronta uruguaya o cuál será la personalidad del pueblo uruguayo? Más allá de un triste Síndrome del Pueblo Elegido, que lamentablemente he encontrado en nuestra sociedad (no es momento de hablar de él), y a pesar de las pintorescas postales de la tan mentada, solidaria, “humilde” y culta uruguayez.

Siempre hubo una serie de formas de ser, de actuar y de sentir, típicas de este pueblo que nunca había logrado explicar, más allá de lugares comunes en los que todos caemos una y otra vez. La creación de Montevideo, a pesar de la vulgarización que ha sufrido muchas veces, fue una “Lucha de las palabras contra la roña”, fue una aventura casi cinematográfica.

Y quienes fueron artífices directos de esta creación, fueron los inmigrantes que la Corona (el REY mismo) nombró directamente para convertir la “bazofia en ciudad”: dos contingentes de inmigrantes de las Islas Canarias.

El transcurso de este trabajo me llevó, de ver muy lejanos a los inmigrantes canarios, hasta comprender cómo ellos llegaron a incidir en nosotros, de tal manera que grabaron a fuego sus formas de ser, de actuar y de sentir, propiamente isleñas.

Muchas son las colectividades que formaron nuestra identidad. Han sido estudiadas, analizadas y forman parte de nuestras bibliotecas. Y todas ellas forman una pieza del complejo rompecabezas de la identidad. Pero solo una, la que desde nuestra progenie hasta hoy ha marcado tanto nuestra idiosincrasia. Aquellos habitantes de las siete islas del Atlántico. Y no digo canarios porque hemos bastardeado tanto ese gentilicio que da miedo utilizarlo.

Este libro intenta mostrar (es un acercamiento) ese legado que silencioso corre por nuestras venas y mentes. Pocas han sido las colectividades más olvidadas en nuestra Historia, como la Canaria.

Excelente colaboración de una fiel seguidora de nuestro blog, como lo es Adriana Gimenez, desde Gran Canaria.

Mil gracias Adriana.

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