23 abril 2007

CC incentivará la contratación de residentes canarios para frenar la llegada de foráneos si gobierna después de mayo


El candidato nacionalista, que se niega a que todos los años entre en Canarias toda la población de Arrecife de Lanzarote, se comprometió a hablar inmediatamente con Madrid y Bruselas para articular las medidas legales que logren el equilibrio perdido. Se trata de “desincentivar la llegada de gente de fuera y apostar por la gente que ya reside en Canarias”
Alfonso Canales · 18 de abril de 2007

“Qué difícil resulta explicar fuera de Canarias que somos un territorio frágil y limitado que no puede seguir creciendo más, qué complicado es dejar claro que no hacemos un planteamiento xenófobo cuando decimos que hay que articular medidas para que no siga viniendo más gente”. Esto es lo que pensó este martes el candidato de Coalición Canaria (CC) a la presidencia del Gobierno, Paulino Rivero, cuando preparaba el discurso que tenía que dar en el Forum Europa, tal y como reconoció posteriormente a esta redacción.


Y lo cierto es que no fue nada sencillo contar en el lujoso hotel Ritz de Madrid ante el nutrido grupo de empresarios, políticos y periodistas que se habían dado cita que el aspirante de CC a ocupar el sillón presidencial quiere articular toda una serie de medidas para hacer posible el milagro de que el Archipiélago se convierta en un territorio sostenible, en el que no haya tantos coches, en el que los hospitales y los centros de salud no estén saturados o en el que se consuma territorio por encima del ritmo planteado por los más pesimistas.

Antes de entrar a profundizar en temas tan polémicos como el del control de la entrada de foráneos, el actual presidente del Ejecutivo regional intervino para presentar al que durante 28 años ha sido algo más que un compañero de partido, alguien con quien comenzó en los tiempos de la Transición y que tuvo la fortuna como la tuvo él de ser alcalde de su pueblo, alguien con quien sobre todo tuvo la posibilidad de “luchar por la democracia”. Martín indicó que era muy fácil para él presentar a Paulino Rivero, y presentarlo sobre todo bajo el paraguas de CC, la formación que a su juicio ha conseguido en los últimos 14 años de gobierno dar un cambio radical a Canarias.
Tras el encuentro, Adán Martín adelantó a esta redacción que tiene intención de regresar a Lanzarote en breve. “Lo haré como presidente del Gobierno y lo haré cuando ya no esté en la política activa, porque todo el mundo sabe la relación especial que tengo con Lanzarote”, aclaró. Además, aseguró que en contra de lo que algunos piensan tiene intención de participar activamente en la campaña electoral para poner su granito de arena en la búsqueda del objetivo de CC, que no es otro que el de repetir como la fuerza más votada en Canarias.
La intervención del candidato
Aunque muchos pensaban que la presencia de Adán Martín en estas jornadas de despedida constante (el día anterior había sido despedido del Parlamento regional) era la excusa perfecta para organizar un acto de estas características, lo cierto es que fue Paulino Rivero quien concitó toda la atención, como ya lo había hecho el día anterior en los dos actos organizados por su partido, uno en el Congreso y otro en la Casa de Canarias. En su discurso, lo primero que resaltó fueron los cuatro grandes retos que se propone si finalmente accede a la presidencia del Ejecutivo: facilitar el acceso al pleno empleo, favorecer la cohesión social, apostar por la competitividad y la productividad y apostar también decididamente por el desarrollo sostenible.
Fue durante la explicación de estos puntos cuando explicó brevemente lo que ya el día anterior había expuesto con mayor detalle, las medidas tendentes a menguar la constante entrada de mano de obra no residente. Así, lo importante es a su juicio incentivar la contratación de la mano de obra residente.
Rivero volvió a insistir, esta vez delante de gente que trabaja en Madrid y que sabe que va a llevar el mensaje directamente a los distintos departamentos del Gobierno central, en los numerosos incumplimientos realizados por José Luis Rodríguez Zapatero con Canarias, en temas como la sanidad, la educación o la reiterada negativa a tramitar la reforma del Estatuto de Canarias.
Por lo que se refiere a la diversificación de la economía, el candidato de CC considera fundamental crear un turismo competitivo y de calidad, para lo que propondrá la creación de un “gran pacto” con los empresarios para además hacer compatible esa competitividad con el desarrollo sostenible.
También hizo especial hincapié en la importancia geográfica de Canarias, en la necesidad que existe de que se convierta en una verdadera plataforma de conexión entre Europa, América y África, como resaltó el esfuerzo que hay que seguir haciendo para que el sector primario no termine desapareciendo. “No creo en una sociedad subsidiada, creo en una sociedad con ilusión”, indicó ante un atento foro.
El gran cambio de Canarias y las preguntas comprometidas
Paulino Rivero explicó que CC ha sido la formación política que ha liderado el gran cambio de Canarias, una Comunidad en la que hasta los años 90 la gente emigraba y que ahora recibe miles de inmigrantes, una Comunidad en la que había un 30 por ciento de paro que ha pasado a un 11 por ciento, todo con la aplicación de un nacionalismo que definió como “solidario, integrador y tolerante”.
El periodista de CNN Plus Antonio San José, casado con una canaria, fue el encargado de trasladar la mayoría de las preguntas al candidato, preguntas en las que demostró que tiene perfecto conocimiento de lo que ocurre en las Islas. Como era lógico, su primera duda se refirió al miedo que pueden tener en CC a que les tachen de xenófobos por proponer medidas tan drásticas para controlar el crecimiento poblacional, una cuestión que Rivero contestó inmediatamente poniendo los ejemplos de zonas como Hawai, Luxemburgo o las Islas del Canal, territorios donde se controla la entrada de mano de obra foránea sin que nadie tache de xenófobos a sus habitantes y a sus dirigentes políticos.

A saco con la no ley de residencia


Paulino Rivero confesó a este diario que después de la larga rueda de prensa que ofreció el lunes en el Congreso no le apetecía acudir a la Casa de Canarias a repetir las mismas cosas. Por ese motivo centró su discurso ante los canarios residentes en Madrid, que tienen una magnífica sede a tiro de piedra del hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo y enfrente de un edificio tan emblemático como es el Teatro de la Zarzuela, en las medidas que va a articular si llega a ser presidente del Gobierno regional para frenar la constante llegada de personas a Canarias.
Aunque en ningún momento habló de ley de residencia, que parecen ser las tres palabras malditas que no se deben pronunciar para no ofender a la gente, habló ante un foro de unas cuarenta personas de la importancia que tiene un lugar tan frágil, limitado y amenazado como es Canarias de buscar el equilibrio entre población y territorio. Para ello puso ejemplos de lo que ha pasado en los últimos 20 años en islas como Lanzarote y Fuerteventura, donde se ha duplicado la población, o donde, por ejemplo, ocurre que hay lugares en los que la gente nacida allí apenas supera el 30 por ciento. Por si esto no se entendía, echó mano de otro ejemplo más didáctico, el de un barco que se va llenando poco a poco de pasajeros por encima de su capacidad de carga hasta que se termina hundiendo. “Nuestro reto es ponderar el crecimiento población”, dijo, para acto seguido apuntar el hecho cierto de que cada año entran 60.000 personas nuevas. “Es como si cada año entrara en Canarias toda la población de Arrecife de Lanzarote”, comentó. El candidato explicó a la concurrencia lo difícil que resulta con “los agoreros de siempre” plantear este debate, que lleva activo y empantanado a la vez desde hace siete años. Lo primero que se tiene que hacer es promover medidas que conduzcan a cambiar las leyes que impiden hacer lo que definió como una “moratoria de movilidad”. “Las leyes no son dogmas de fe”, recordó. Por ello, se comprometió a que si después del 27 de mayo se convierte en el presidente de todos los canarios una de las primeras cosas que hará será contactar con el Gobierno de España y con Europa para que colaboren en la búsqueda de las medidas que posibiliten el control.
Consciente como es de lo difícil que va a resultar la tramitación de una medida de estas características, si es que se tramita, adelantó que no se va a quedar esperando cruzado de brazos. Su objetivo es poner en marcha un paquete de actuaciones que buscan principalmente “desincentivar la llegada de gente de fuera y apostar por la gente que ya reside en Canarias”. “No estamos dispuestos a que Canarias sufra más deterioro”, expuso con rotundidad.
No se trata de un juego de artificio. De hecho, las medidas que propone se pueden resumir de la siguiente manera: coger a 6.000 jóvenes residentes en las islas para prepararlos y formarlos en la gestión de la innovación, logrando que tengan seis meses de parte teórica y seis meses de práctica en empresas; subvencionar la construcción de viviendas para la gente de las islas que se quiera desplazar a trabajar a lugares como Lanzarote o Fuerteventura para que se desatasque la actual apatía en la movilidad laboral; modificar las medidas de control del crecimiento alojativo (la moratoria) para la creación de proyectos excepcionales, integradores y de calidad en los que se contrate a gente residente en Canarias; trabajar a fondo en la reconversión de la planta alojativa obsoleta para no consumir más suelo y hacer que no decrezca el sector de la construcción, bonificando a todos los empresarios que opten por esta vía; llegar a acuerdos con empresas para poder formar a jóvenes que se decanten por los oficios, buscando además mecanismos para que vuelva a ser rentable y atractivo trabajar el campo.

Fuente: cronicasdelanzarote.es

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