04 mayo 2008

Una experta internacional alertaba recientemente a ACN Press del riesgo de suicidios en los centros españoles por la falta de asistencia psicólogica y la desesperanza ante la expulsión


Un trágico fin que también puede darse en los CIE de España


ACN · 2 de mayo de 2008

El trágico fin de Ebenizer Folefack Sontsa, el camerunés de 32 años que iba a ser expulsado de Bélgica este lunes y que este jueves se suicidió en el centro cerrado para inmigrantes de Merksplas (Amberes) es lamentablemente la prueba material de un hecho que no puede descartarse que también ocurra en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) de España, y por tanto también de Canarias, tal y como alertaba recientemente una experta internacional, Sara Prestianni, a ACN Press.

Prestianni fue la encargada de recabar sobre el terreno la información en varios CIE de España, entre ellos el de El Matorral en Fuerteventura, así como en Italia y Eslovenia, para elaborar un informe sobre la situación de los centros de detención en 25 socios de la Unión Europea (UE) encargado por la Comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior (LIBE) de la Eurocámara a la consultora independiente Steps. Este informe analiza esto centros haciendo un especial hincapié en las personas vulnerables.

La experta internacional alertaba de que la fragilidad de las personas que llegan a Canarias y a la Península tras semanas meses e incluso años de periplo, sumada a las pésimas condiciones de acogida, la ausencia de especialistas para prestar atención psicológica y la perspectiva de una expulsión aumentan el riesgo de suicidios o de autolesiones en los centros de detención.

En este sentido, Sara Prestianni explicaba que, a pesar de que “no se puede excluir” que los inmigrantes recurran a estas prácticas desesperadas en los centros del Archipiélago, el “riesgo de tentativas de suicidios” sería superior en los CIE de la Península ya que una vez allí son conscientes de que les espera la expulsión y, por tanto la vuelta a la casilla de salida de un peligroso viaje que no les ha permitido alcanzar la vida mejor que anhelaban. Mientras que, cuando se encuentran en Canarias, se sienten aún en una “fase de espera y esperanza” de poder ser trasladados y permanecer en Europa.

Prestianni señalaba la ausencia de asistencia psicológica en los centros para atender a estos inmigrantes irregulares que en muchas ocasiones han pasado semanas en un cayuco sin saber nadar o que han sufrido la violencia durante su trayecto por África como otro de los elementos que pueden desencadenar una tentativa de suicidio.

Fuente: cronicasdelanzarote.es

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