13 abril 2008

“Desconoce” el informe que critica los CIE

La Comisión Europea defiende que los CIE “no pueden asimilar un régimen penitenciario”



El Ejecutivo comunitario defiende que los centros de detención de inmigrantes que se encuentran en la Unión Europea (UE) no pueden regirse mediante un régimen típicamente carcelario.


ACN[Miércoles, 9 de abril de 2008]

Un aspecto que caracteriza a los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) españoles, según un informe independiente que critica la situación en los mismos no sólo por la aplicación de un sistema típico de una prisión sino también por la falta de asistencia médica y psicológica, así como por las deficientes infraestructuras que, en determinados casos como en el CIE de El Matorral (Fuerteventura), llegan a suponer una vulneración de los derechos humanos, denuncia el estudio.

En este sentido, el director general de Justicia, Libertad y Seguridad de la Comisión Europea, Jonathan Faull, aseguró que los centros de detención de inmigrantes irregulares “no pueden asimilar un régimen penitenciario” y defendió que las personas que allí se encuentran “necesitan asistencia médica y ropa”, entre otros, para cubrir sus necesidades básicas.

No obstante, Faull insistió en repetidas ocasiones en que no tiene constancia de la existencia de dicho informe denominado ‘condiciones de los nacionales de terceros países retenidos en los centros (campos de detención, centros abiertos y zonas de tránsito)” en 25 socios UE con una “atención particular en los servicios y medios para las personas con necesidades específicas” cuya elaboración encargó la Comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior de la Eurocámara a la consultora independiente Steps. Y ello a pesar de estar disponible en la web.

“No conozco ese informe”, aseguró el director general de Justicia, Libertad y Seguridad, quien justificó unas posibles condiciones de acogida insuficientes por el hecho de que los “Estados miembros no siempre están preparados para afrontar la llegada masiva de inmigrantes” irregulares.

De hecho, otras fuentes del Ejecutivo comunitario argumentaron que el elevado número de personas que solicitan asistencia médica en este tipo de centros hace que los recursos pareczcan insuficientes y se apuntaron quienes se encuentran en los CIE son inmigrantes irregulares, no solicitantes de asilo, que permanecen durante un periodo máximo de 40 días a la espera de su expulsión.

Asimismo, a pesar de que puedan existir determinadas deficiencias respecto a las condiciones de acogida en los CIE españoles, Jonathan Faull negó tajantamente las denuncias referidas a un incumplimiento de los derechos humanos en dichos centros. “Queda excluído que algún Estado miembro viole los derechos humanos”, aseguró el director general.

Sin embargo, el informe independiente encargado por la Eurocámara indica que “visita al CIE de Fuerteventura ha hecho emerger el comportamiento inhumano y degradante que afrontan los inmigrantes”.

La experta internacional encargada de recoger la información en los centros españoles, italianos y eslovenos para elaborar el estudio global, Sara Prestianni, constató en el momento de su visita al centro majorero la ausencia de cualquier “responsable médico-sanitario” y la única presenecia de “una voluntaria” para curar las “heridas”.

Una de las principales conclusiones a las que llegó Prestianni respecto a los centros canarios fue el déficit de asistencia psicológica para las personas vulnerables que no solo se refieren a menores, embarazadas o enfermos sino también a todas aquellas personas que en su tránsito –que en ocasiones puede prolongarse durante años- han sufrido abusos y violencia o, por citar otro ejemplo, quienes llegan aterrorizados por haber permanecido 15 días en un cayuco sin saber nadar.

El informe denuncia, además, la saturación del centro de El Matorral donde por “308 personas sólo hay 4 duchas y dos inodoros” lo que “resulta contrario” a las “normas de respeto del ser humano”.

Además, la práctica del CIE majorero prevé que los inmigrantes permanezcan en grupo y salgan al patio del bloque al que pertenecen por turnos. Debido a lo cual sólo llegan a dar “dos o tres vueltas a la semana”. “Los inmigrantes han confirmado haber pasado la primera semana recluídos en la habitación teniendo como único momento de salida la hora para el rezo o para la cena”, expone Prestianni que asegura que quienes colaboran con la policía disfrutan de más libertad dentro del centro.

Un CIE que sólo cuenta con 7 teléfonos y carece de módulos para familias y de estructuras para acoger a los discapacitados físicos y mentales, así como a las mujeres embarazadas de menos de seis meses. Por encima de este periodo, pasan al cuidado de la Cruz Roja.

Otro de los aspectos que denuncia la experta italiana es que, al contrario de lo que ocurre en otros países europeos, los inmigrantes –a los que se les da una muda a pie de playa- no reciben ningún ‘kit' a su llegada al centro con ropa y sábanas por lo que “durante los cuarenta días de detención” no pueden cambiarse y duermen al raso sobre los colchones.

Unas “condiciones de vida peores a las prisiones” que son “denunciadas constantemente por el Defensor del Pueblo”, asegura el documento.
Fuente: diariodelanzarote.com

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