24 enero 2008

Opinión

VOTO DESDE EL EXTERIOR


Es una verdadera asignatura pendiente que tenemos como país.

Para establecer o no esta norma, se han dado diversos argumentos. Trataremos nuestro vínculo con los compatriotas en el exterior, sin entrar en la parte normativa.

Hasta la década del 50, Uruguay fue un país con fuerte inmigración.

La década del 60 fue un lapso intermedio y a partir de los 70, comenzó la emigración de dos tipos: económica y política.

La económica fue constante y sigue aún en estos días. La otra, la política se desarrolló en dictadura.

Los partidos tradicionales, con un muy frío cálculo se oponen con cualquier fundamento a ese voto, presuponiendo mayorías de izquierda en los emigrantes.

Muchos países en el mundo, con el objeto de fortalecer sus naciones reconocen distintos derechos a sus connacionales en el exterior.

Observe lector, que países como Italia, España, Francia o los EEUU que tienen más historia, más población, más poderío económico y mayor presencia internacional que Uruguay, defienden y sostienen el voto exterior de sus compatriotas.

Dentro de un mes veremos a Zapatero y a Rajoy en Uruguay haciendo campaña entre los españoles que viven aquí. ¡Qué forma de considerarlos!! Les están diciendo: “No importan donde ustedes vivan, para nosotros siempre serán españoles y por eso ustedes cuentan.”

De alguna forma esos países asumen la cuota de responsabilidad histórica, por la partida de sus compatriotas, ya sea por motivos económicos, políticos o ambos.

En cambio Uruguay, joven país, con poca población, sin gran desarrollo económico, se da el lujo de prescindir de esas generaciones.

Y justamente aquellos partidos que gobernaron en esas tristes décadas, que son absolutamente responsables del exilio económico, con algunos dirigentes, claramente vinculados a la represión en esos años y por tanto coautores del exilio político, son capaces de intentar convencer a la gente que los que se fueron son poco más que unos mal nacidos. Lo han dejado traslucir ¡Qué descaro! ¡¡Qué altivez!!

Muchos de los emigrantes que partieron en los 70 u 80, formaron familia en el exterior. Sus hijos nacieron y se educaron en otro país y ahora no pueden volver aunque lo quisieran.

Quien escribe, retornó de España luego de 4 años. Cuando conté de mi vuelta a amigos uruguayos que se encuentran en Barcelona desde el 70, me dijeron: “Te felicitamos. Qué suerte tienes. Ve tú que puedes” (Fueron varios. Que conste)

Es cierto que algunos uruguayos al irse sienten que el país los expulsó y tratan de cortar vínculos. Pero no son muchos.

La derecha tiene muy claro todo esto. Por eso se opone y de cualquier modo. A veces hasta denostando a los mismos que expulsó.

Así conciben esos dirigentes a la política, sólo al servicio de sus intereses. No les importa ni el país ni su gente.

Luis Fernández.

3 comentarios:

Alfredo dijo...

Cuanto me alegro en leer esta opinión tan lejana a la mía y tan cercana a la vez.
Emigré a USAmérica en el '89 (primer gobierno de Sanguinetti) que fué cuando tuve la primera oportunidad. Sin internet, diarios que llegaban tarde y llamadas telefonicas muy caras me dieron un panorama de Uruguay totalmente fuera de tiempo, en el '95 volví a Mvdeo a fundar una empresa que no prosperó, (sin irme de Usamérica) volví a remar contra la corriente y no prosperó viví hasta el 2005 totalmente comunicado, Internet, llamadas telefonicas baratas y TV satelital me permitieron dilucidar un poco más la realidad de Uruguay.
Regresé a mediados de ese año, e indudablemente pude percibir que la "realidad" que me daban los adelantos técnicos de ahora no pueden ser trasladados a la realidad que se vive día a día.
Una cosa es que te lo cuenten y otra es vivirla. Las vivencias personales son eso...personales, no creo en darle derechos a quienes no viven en lo cotidiano.
Creo firmememente que ese derecho se pierde cuando uno se aleja, recordemos que el voto es un privilegio y que no debe de ser tomado a la ligera.
Elegir a los gobernantes se debe de hacer de una forma responsable y de la única manera de saber a quién uno vota es conociendolo, no por fotos, no por videos o por lo que otra gente diga de él.
Tenemos que ser muy cuidadosos cuando firmamos ese "cheque en blanco", esto no se trata de ser hincha de un cuadro de futbol es más delicado, se nos va la vida con una mala decisión y son solamente dignos de ella quienes sufren y gozan diariamente la realidad y no de quienes la recrean por otros medios.
Gracias por leer lo que tenía que decir.

Anónimo dijo...

Estimado Alfredo: El 15 de marzo de 2005 estuve de visita en Uruguay. Parecía “tierra arrasada”. La gente casi se arrastraba. Los pocos ómnibus que circulaban, lo hacían casi vacíos.
Así había quedado nuestro país. Coincido contigo.
Más allá de las noticias “oficiales” que salían al exterior, el país venía “en picada”. En esas décadas hubo cambio de colores, pero las decepciones de adentro y de afuera eran cada vez mayores, con información o sin ella.
En el 2002 casi todos los días alguien se lanzaba de la azotea a la calle. Se dijo sarcásticamente: “En la ciudad vieja llueve gente” y no había voto del exterior.
Tú dices: “El voto es un privilegio”. Como demócrata que me siento, no estoy de acuerdo.
El voto es un deber. Tal vez podamos coincidir en que no sea obligatorio, pero no tengo dudas que es un deber moral.
Puede que antes de la Revolución Francesa, algún noble de esa época considerara, que el voto a conceder a sus súbditos, era un privilegio. Pero eso ya pasó.
Casualmente en estos tiempos de globalización, no se entera quien no quiere y además están todas las campanas.
Si algunos tienen el derecho a no querer enterarse y no decidir. ¿Por qué no darle ese otro derecho al que se preocupa?
Tu dices: “Errores de interpretación” y yo creo que durante varias décadas los uruguayos presentes en nuestro país, erraron feo y seguro que mal informados. Si habrá habido “malas decisiones” en nuestro país!!!
Tú dices: “Creo que ese derecho se pierde cuando uno se aleja” Y pregunto, en serio: “Cómo se mide, lo lejos”
Alguien que vive en un pueblo de Corrientes o de Río Grande del Sur ¿Está lejos? Porque se toma un ómnibus y viene a votar. Muchos uruguayos en España (por ejemplo), ahorran unos euros y se van a votar al país. Según tú, habría que prohibirles votar!! Por suerte a nadie se le ocurrió esa idea.
Pero además, esto entraña una tremenda injusticia. Porque ¿cuántos uruguayos quisieran venir a votar y no se pueden pagar el pasaje y no pueden cumplir con ese deber moral?
Eso en lo que refiere a la distancia. Veamos el tiempo.
Si emigré en setiembre; ¿Tengo la información suficiente para votar en octubre de ese mismo año? ¿Y si lo hice en enero? ¿Y si fue hace 1 año 3 meses 20 días y 6 horas? No te enojes. Utilizo la ironía para demostrarte que hay sentimientos y razonamientos humanos que, por suerte, no son medibles.
Tu dices:”A nadie le gusta firmar “un cheque en blanco”.
Es un buen recurso retórico. Da sensación de incertidumbre. Pero en realidad, cada vez que votamos, estamos confiando en ese posible gobierno.
¡Y si nos equivocaremos los uruguayos!!! ¡Si habremos firmado “cheques en blanco”!! A tal punto que blancos, colorados y militares nos han “clavado” con una deuda externa de varios miles de millones de dólares!!! Chau Luis.

Alfredo dijo...

ROUND 2
Estimado Luis, a esta altura ya somos intimos, verdad?
No soy tan drástico, por no decir extremista (que me da cosa)como tú.
A lo que yo voy es un problema de conciencia y no es válido el ejemplo de una persona que se haya ido recientemente, bien sabemos que es practicamente imposible que si has emigrado por razones economicas vuelvas en tan poco tiempo.
Estamos de acuerdo que el voto es un deber y tal vez me apresuré en definirlo como un privilegio, es un derecho y como tal debe ser usado.Un deber del derecho.
Cada uno sabe lo que hace y no se admite que nadie le diga que hacer, soy nacido en el '60 y por lógica tenía 13 años cuando el golpe de estado. Lo viví plenamente, lo experimenté nadie me lo contó, mis libertades no fueron hasta que emigré.
Bien sabemos que en el '85 las elecciones fueron una farsa, pero no es eso lo que nos hace pensar distinto, o si?
Porqué debe decidir alguien que no vive en el país o mejor dicho inclinar la balanza para un lado o para otro? Las inseguridades que hablas no será tema de poca confianza?
Antes de que me lo preguntes o deduzcas mal te digo que en el '85 quise votar a Wilson y terminé haciendólo por Zumarán, en las últimas eleccciones mi voto era para el FA, no por convicción pero si por todo lo que tú dices.
No pude votar estaba en la USA.
Cuantos inmigrantes han vuelto? Cuantos de izquierda que se olvidaron de las convicciones y se fueron a yanquilandia (conozco un montón, fuí secretario del club)
Cuantos volvieron y los que lo hicieron porque volvieron a irse.
Cuantos se siguen yendo?
Soy de los que dice que si te vas, trata de integrarte con quienes te recojen, lucha por tu legalidad y vota donde estes, por donde vives, no te olvides de tu origen, eso sí.
Luis: en definitiva lo que digo y tal vez no sea claro es que la realidad es justamente eso lo que ocurre en verdad, lo que vemos,lo tangible. No creo en la realidad virtual de la distancia, lo experimenté, lo sé, no me lo dijeron.
Ya sé, no nos vamos a poner de acuerdo, ni tú vas a darme un golde estado, ni yo agarraré las armas. Disentimos y eso es sano.
Ah! me olvidaba la deuda externa se "inventó" después de la guerra de la "Triple Alianza" y de ahi para acá todos somos responsables y muchos irresponsables.
Un abrazo...ya votaremos!!