Las primeras tribus que llegaron a nuestro país, fueron Cainaróes (cabelludos, usaban cabellos largos). Llegaron deslizándose a través de la cuenca amazónica, llegando hasta el Río de la Plata por los afluentes del Paraná y del Uruguay. Eran canoeros, descendientes de las primeras inmigraciones que entraron por Bering. Se posesionaron de nuestras costas y formaron la agrupación étnica (de razas) más antigua de nuestro país. Constituyeron la población pre-charrúa de todo el litoral y de la mesopotamia argentina. Ocupaban la desembocadura del río Uruguay, entre los ríos San Salvador y Negro. Eran pescadores, cazadores y recolectores. Desconocían la agricultura, la cerámica, el arco y la flecha. Miles de años más tarde adquirieron estos conocimientos por los Aranoakos y por los charrúas después. De 691, nos ha quedado una valiosa descripción de sus principales rasgos antropológicos: “Tienen casi la figura de los europeos, pero más bajos, con piernas y brazos más gruesos. Cara redonda y achatada, todas iguales. Color marrón o blanco verdoso. Nariz ancha. La vivienda era un paraviento, hecho con vegetales trenzados, que colocaban como pared, del lado que soplaba el viento, sin techo. Las armas eran la maza del rompecabezas, la honda, el dardo y la lanza con punta de piedra. Tenían una lengua distinta a todas las demás. No conocían la cerámica. Sus recipientes eran cestos y vasijas revestidas de cera o barro, secados al sol, en los cuales conservaban agua y miel. Los hechiceros o adivinos de los Yaros, utilizaban la yerba mate con fines agoreros, es decir de adivinar, “se valían de la yerba traída de Paraguay y la bebían molida en polvo (mezclada con agua) cuando eran consultados. Eran muy valientes, cuando llegaron los charrúas mantuvieron constante estado de guerra y a través de muchos años, los exterminaron.
BOHANES
Pertenecían al núcleo racial de los Yaros, formaban una misma familia. Dominaban la costa izquierda del Río Uruguay entre el Río Negro al Cuareim. El principal centro de acción de los Bohanes se desarrolló en Salto Grande, en cuyas islas y costas se han recogido valiosos elementos arqueológicos que permiten calificarlos como la más alta cultura desarrollada en nuestro territorio, desde los tiempos más primitivos. La ubicación de Salto Grande por el cruce del río, fue vía de contacto con otras tribus de otras naciones que bajaban por el Paraná. Fueron vencidos y dominados por la raza Chónik, o sea los Charrúas. Llegaron a identificarse con ellos, en cambio los Yaros, pudieron conservar su independencia e integridad étnica, protegidos por la naturaleza, en una región más apartada, que no molestaba ni dificultaba la expansión Charrúa. Los Bohanes alcanzaron el más alto nivel cultural de nuestra prehistoria, fueron los grandes talladores de piedra, las puntas de los dardos y las flechas fueron verdaderas joyas, como así también los rompecabezas. Sus armas de la época pre-charrúa fueron la honda, la lanza, el dardo, el rompecabezas, pero en los últimos tiempos utilizaron el arco, la flecha y las boleadoras traídas por los Arawakos y por los Charrúas. En la alfarería llegaron a fabricar recipientes sencillos, decorados con dibujos.
CHARRÚAS
La llegada de los Charrúas a nuestro territorio tendría una datación de 4000 años y estaría determinada por un elemento individualizador que es el arco y la flecha, el arma más moderna de aquellos tiempos. Los Charrúas pertenecían a la raza Patagónica, la raza Chónik, la más alta y hermosa, 1,80 metros para los hombres y 1,70 metros para las mujeres, de gran agilidad, fuertes. Existen varias teorías para saber el verdadero origen de esta raza, la más aceptada es la de Rivet que sostiene que esta raza Patagónica es de origen australiano. Se apoya esta teoría en similitudes de lengua y etnografías. Ninguna de las naciones indígenas, desarrolladas en Sudamérica alcanzó la estatura esa, que se distingue de los mongoles. ¿Cómo llegaron a nuestra tierra? Se cree que Australia estaba unida con África por el extremo final de Sudamérica en tiempos muy remotos. Esta raza se extendió hacia el norte hasta el Río de la Plata. El verdadero nombre de esta raza es Chónik, “nosotros los hombres”. Magallanes los llamó patagones por sus marcas de pisadas en la nieve. El Río de Solís fue el punto de encuentro entre las tribus de los climas fríos y tropicales. Los Charrúas estaban habituados a soportar las más duras inclemencias del tiempo y del lugar, formados por una fuerte constitución física y un carácter indomable, características de las regiones frías, encontraron en nuestro suelo un clima beningno y se quedaron. Derrotaron a las otras tribus procedentes de tierras cálidas, de estaturas más bajas, de fuerza muscular inferior y poco resistentes a las enfermedades. Portaban además los Charrúas nuevo armamento: boleadoras, el arco y la flecha, las que llevaban en carcajs de cuero colgados al hombro. Instalaban su hábitat con preferencia en los arenales de las costas de los ríos y del mar. El ríos les brindaba agua para aplacar la sed (por ser más higiénica, sin hormigas, víboras, etc.) y para higiene, peces y caza. No habitaban ni cuevas, ni cavernas. Su vivienda antes del español, era el clásico paravientos consistente en cuatro estacas colocadas en forma de cuadrado abierto de los que colgaban unas esteras de juncos del lado del viento, en invierno o cuando llovía, ponían otra en el techo. Vivían casi desnudos, solamente en invierno se cubrían con un manto de pieles de animales salvajes y venado llamado Ouillapi. No eran agricultores, eran hábiles cazadores y pescadores. En su alimentación también usaban los huevos de ñandú y yacaré, de aves, frutas, cogollos de ceibo, cocos de palmas, raíces tiernas. Cazaban venados, jabalíes, carpinchos, liebres, mulitas y tatúes. A estos animales los comían asados, tarea que realizaban las mujeres. Hablaban bajo, no gritaban, su lenguaje era muy diferente al de los demás. Nos quedaron unas 70 palabras: guigai=luna, berá=avestruz, itaj=pelo, chaloná=muchacha, carauí=pierna, Chibi=gato. Se pintaban y tatuaban el cuerpo, los hombres se pintaban las mandíbulas de blanco para la guerra. Hacían vasijas de barro, a mano, pero no fue algo importante, fabricaban los recipientes indispensables.
GUENOAS O GUINUANES
Los Guenoas o Guinuanes tenían su hábitat en el interior del país, extendiéndose por el Sur del Brasil. Vivían a continuación de los Bohanes, desde el Río Arapey hacia el Norte; donde tenían sus lugares sagrados. En el cerro Ibity, sobre el Arapey, se juntaban los hechiceros, se perforaban el cuerpo y hacían sus hechizos. Los viejos hechiceros hacían ceremonias para nombrar a los nuevos brujos. Respetaban a sus muertos y los enterraban, trayéndolos desde lejos hasta el cerro Yauguá, sobre el Río Negro, para enterrarlos. Los Guenoas junto a los Minuanos formaban una sola agrupación étnica, llamados generalmente Guinuanes. Cuando los Charrúas tuvieron que abandonar sus territorios para dirigirse al Paraná, los Minuanos ocuparon esos territorios. Los Guenoas quedaron siempre en sus campos con sus "lugares sagrados".
CHANÁES
Algunos grupos Chanáes ocupaban la desembocadura del Río Negro y las costas e islas del Río Uruguay. Era una nación hermana de los Charrúas. Eran hábiles canoeros, usaban canoas hasta de 20 metros de largo con 40 remeros. Eran muy buenos pescadores. Tenían las mismas características físicas que los Charrúas. Sus armas también fueron el arco y las flechas con puntas de hueso o de madera. En el arte de la cerámica alcanzaron más progresos, hacían vasijas decoradas. Eran pacíficos; cuando llegaron los españoles, fueron utilizados para fundar un pueblo: Santo Domingo de Soriano. Usaban collares hechos con caracoles y tatuajes en el cuerpo. También se perforaban la nariz.
GUARANÍES
Posiblemente 2000 años después de haberse establecido acá los Charrúas, vino la invasión de una raza tropical: Guaraníes y Tupí-Guaraníes. Era de la familia Caribe, venían de la cuenca del Amazonas y del Paraguay. Eran feroces caníbales. Esta palabra "Caníbal" deriva de Caribe, (comedor de carne humana). Se posesionaron de las Costas del Paraná y derecha del Plata y de algunas islas del Río Uruguay. Querían penetrar en nuestro territorio pero los Charrúas los derrotaban siempre. Sólo pudieron establecerse en nuestro territorio después de la llegada del español. Navegaban en sus piraguas, escondiéndose en las islas, siempre prontos para huir. Eran bajos, cabezas redondas, labios finos, ojos pequeños, cabellos largos, negros. La Nación Charrúa quedó separada por los guaraníes de los otros grupos étnicos. Además tenía que mantener una lucha constante por sus campos de caza, y fue terminada poco a poco. Recién después del descubrimiento fue que los Tupí-Guaraní invadieron nuestro territorio, estableciendo su idioma y borrando la lengua Charrúa. Se extendió como una nube sobre la Nación Charrúa, imponiendo su idioma, especialmente desde que los Misioneros Jesuitas la impusieron como lengua oficial. Desde entonces "...¡se ha pensado en Charrúa, pero se ha hablado en Guaraní!".
2) ALIMENTACIÓN DE LOS INDÍGENAS DE NUESTRO TERRITORIO
Los indios de nuestro territorio no tuvieron necesidad de cultivar su alimentación. Fueron privilegiados en ese sentido. Eran recolectores. Se alimentaban con frutos, tubérculos, raíces, hongos, yerba, bayas y semillas. Para pescar utilizaban lanzas y redes hechas con fibras vegetales y tripas de animales. Las corvinas negras las pescaban a la orilla de los ríos y en las lagunas, cuando las hembras iban a desovar. Acampaban cerca de ríos y bosques. Esa ubicación era estratégica para atrapar también a otras presas que venían a tomar agua: guazubirás, venados de campo, liebres y cervatillos, zorrillos, gatos monteses, perdices y ñandúes. Una crónica relata que los indios Minuanes pasaban el invierno retirados sobre el Río Negro y venían en verano a la costa de Maldonado donde podían cazar lobos marinos. Maldonado era un lugar rico en alimentos por la biodiversidad de la costa y la pradera. Manejaron muy bien su entorno ya que en ningún momento provocaron la extinción de ninguna especie. Los Charrúas fueron los primeros indios en utilizar el arco y la flecha que les permitía la caza a larga distancia. Utilizaban además boleadoras, rompecabezas, lanzas y azagayos. Las liebres las atrapaban con una cimbra, como se estila actualmente en el campo. Según algunos arqueólogos, los indios introducían un palo tóxico en las aguas de los ríos, para atontar y pescar más fácilmente a los peces.
Fuente: kidlink.org
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