19 abril 2007

El desembarco de los 33 orientales


El Desembarco de los Treinta y Tres Orientales un 19 de abril -fecha patria que recordamos cada año- representó un hecho medular en la Cruzada Libertadora de 1825. La Provincia Oriental había sido invadida por los portugueses en 1816 y, al ser incorporada a Portugal, había pasado a denominarse Provincia Cisplatina.En setiembre de 1822, Brasil declaró su independencia y quiso que la Cisplatina quedara bajo su dominio. Desde Buenos Aires y otros lugares de Argentina, un grupo de orientales liderados por Juan Antonio Lavalleja -quienes habían tenido que huir de su patria al oponerse a las intenciones del Imperio de Brasil- planeaba darle fin al dominio extranjero. La victoria en la batalla de Ayacucho librada en 1824, que terminaba con el poderío español en esta región de América, llenó de entusiasmo y ánimo a estos patriotas. Comenzaron entonces a organizarse para reunir dinero y armas a efectos de lograr sus objetivos. Se reunían en la sastrería de Pérez y Villanueva, cuyo encargado era el montevideano Ceferino de la Torre, o en los saladeros de otros compatriotas como Pascual Costa o Pedro Trápani. Contaron además con el apoyo del gobierno de Buenos Aires.Cuando todo estuvo listo, hechos los contactos para proveerse de caballos cuando llegaran a las costas uruguayas, los orientales se embarcaron en San Isidro, desde donde partieron en 2 pequeños lanchones, cada uno con capacidad para unas 20 personas. Para su seguridad, eligieron cruzar el río en una noche con poca luna, y así no ser vistos. Cuentan escritos de la época que durante la travesía, los lanchones pasaron a poca distancia de buques enemigos, cuyos faroles podían verse. Afortunadamente, los dos grupos de orientales que habían salido de San Isidro lograron llegar a suelo patrio sin mayores inconvenientes.El 19 de abril de 1825 desembarcaron en Soriano, en la playa conocida como "la Agraciada". Allí, reiteraron -al mando de Juan Antonio Lavalleja- el juramento que habían hecho en Buenos Aires: liberar la patria o morir por ella. No se sabe con exactitud cuántos eran los orientales que ese día llegaron a la Agraciada, pero se los recuerda con el número 33 como un símbolo de la Cruzada, que seguiría con fervor desde allí y hasta la Independencia.
Fuente: Montevideo.com.uy

Juramento de los Treinta y Tres Orientales

Obra del pintor uruguayo Juan Manuel Blanes

Oleo de 1877

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