MIS PEQUEÑAS MEMORIAS
José Saramago
Nuevo libro de Saramago, "un salto atrás" para mostrar "vida no es tan fácil"
Arrecife (Lanzarote), 2 feb (EFE).
- "Las pequeñas memorias", el nuevo libro del Nobel de Literatura José Saramago, es una historia en la que el autor portugués ha dado "un salto atrás" en el tiempo para, desde sus orígenes rurales y humildes, invitar a los jóvenes a aprender que la vida "no es tan fácil" como se la presentan a veces.
Así lo anunció hoy el propio Nobel en su lugar habitual de residencia, Lanzarote, al comparecer ante los medios de comunicación acompañado por su esposa, Pilar del Río, para anticipar detalles de la presentación oficial de ésa su última obra, que tendrá lugar mañana en el terrero de lucha canaria Ulpiano Rodríguez Pérez del pueblo de Tías de dicha isla.
Un acto que anticipó contará con una nutrida representación del mundo de la Cultura y amigos del escritor y estará presentado por su esposa y traductora.
En él intervendrán, además, Luis Pastor y su banda, acompañado por Lourdes Guerra y Joao Afonso, para presentar su último disco, "En esta esquina del tiempo".
La presentación, que formalmente estará a cargo de Fernando Gómez Aguilera, director de actividades de la Fundación César Manrique, incluirá además la lectura de varios fragmentos del libro, que estará a cargo del cineasta chileno-francés Teo Saavedra.
En cuanto al contenido y la ambientación de "Las pequeñas memorias", José Saramago explicó que busca invitar a los jóvenes a reflexionar sobre la presencia del ser humano en la tierra, con atención al trabajo y la miseria que han marcado su evolución, para que aprendan que el mundo no es tan fácil como se les pretende presentar en la actualidad.
Desde esa idea, después de una serie de novelas que tratan temas muy de nuestro tiempo, en este libro, "de repente, yo doy un salto para atrás y me encuentro conmigo mismo en el pueblo, en los años 20 y 30 y hablando de uno mismo", dijo el autor.
Matizó, no obstante, que la idea de escribir "Las pequeñas memorias" la tenía en la cabeza desde hace más de veinte años.
"Porque -explicó- siempre he tenido unas imágenes de la infancia y la adolescencia muy vivas, y porque me gustaría que este libro fuera un acto de homenaje a mis padres y a mis abuelos".
Y es que, en ese regreso al pasado -aseguró-, "no estoy tratando de hablar de mí, porque yo hablo poquísimo de mí", sino que normalmente "hablo de lo que pienso, de lo que siento, pero poco de mí".
"Aunque con este libro yo tenía que hablar, no de quién soy, sino de quién he sido", admitió.
El escritor hizo varias comparaciones entre su niñez en su pueblo natal de Azinhaga, en Portugal y cómo fue el pasado en Tías, el municipio lanzaroteño en el que ahora vive.
"En mi pueblo no había camellas, como en Lanzarote, pero aquella gente trabajaba tan duro como se trabajaba aquí", por lo que, al rememorar el pasado en uno y otro lugar, "en el fondo, estamos hablando de la presencia del hombre, del ser humano en la tierra, en el trabajo, en la pobreza infinita que aquí se conoció".
Una realidad frente a la cual Saramago hizo un llamamiento a los más jóvenes "para que aprendan -dijo- que el mundo no es tan fácil como se nos quiere inculcar".
Como elemento cercano que pueda invitarles a dicha reflexión, el Nobel de Literatura se refirió a los "cinco minutos de apagón" convocados anoche en denuncia del cambio climático.
Una iniciativa que recalcó que "significa que hay una conciencia de que el planeta está en riesgo grave y, si el planeta está en riesgo grave, por tanto, desapareceremos".
"Quizá tardemos miles de años, pero desapareceremos, porque todo desaparece y nosotros no somos inmortales", sentenció. EFE
Así lo anunció hoy el propio Nobel en su lugar habitual de residencia, Lanzarote, al comparecer ante los medios de comunicación acompañado por su esposa, Pilar del Río, para anticipar detalles de la presentación oficial de ésa su última obra, que tendrá lugar mañana en el terrero de lucha canaria Ulpiano Rodríguez Pérez del pueblo de Tías de dicha isla.
Un acto que anticipó contará con una nutrida representación del mundo de la Cultura y amigos del escritor y estará presentado por su esposa y traductora.
En él intervendrán, además, Luis Pastor y su banda, acompañado por Lourdes Guerra y Joao Afonso, para presentar su último disco, "En esta esquina del tiempo".
La presentación, que formalmente estará a cargo de Fernando Gómez Aguilera, director de actividades de la Fundación César Manrique, incluirá además la lectura de varios fragmentos del libro, que estará a cargo del cineasta chileno-francés Teo Saavedra.
En cuanto al contenido y la ambientación de "Las pequeñas memorias", José Saramago explicó que busca invitar a los jóvenes a reflexionar sobre la presencia del ser humano en la tierra, con atención al trabajo y la miseria que han marcado su evolución, para que aprendan que el mundo no es tan fácil como se les pretende presentar en la actualidad.
Desde esa idea, después de una serie de novelas que tratan temas muy de nuestro tiempo, en este libro, "de repente, yo doy un salto para atrás y me encuentro conmigo mismo en el pueblo, en los años 20 y 30 y hablando de uno mismo", dijo el autor.
Matizó, no obstante, que la idea de escribir "Las pequeñas memorias" la tenía en la cabeza desde hace más de veinte años.
"Porque -explicó- siempre he tenido unas imágenes de la infancia y la adolescencia muy vivas, y porque me gustaría que este libro fuera un acto de homenaje a mis padres y a mis abuelos".
Y es que, en ese regreso al pasado -aseguró-, "no estoy tratando de hablar de mí, porque yo hablo poquísimo de mí", sino que normalmente "hablo de lo que pienso, de lo que siento, pero poco de mí".
"Aunque con este libro yo tenía que hablar, no de quién soy, sino de quién he sido", admitió.
El escritor hizo varias comparaciones entre su niñez en su pueblo natal de Azinhaga, en Portugal y cómo fue el pasado en Tías, el municipio lanzaroteño en el que ahora vive.
"En mi pueblo no había camellas, como en Lanzarote, pero aquella gente trabajaba tan duro como se trabajaba aquí", por lo que, al rememorar el pasado en uno y otro lugar, "en el fondo, estamos hablando de la presencia del hombre, del ser humano en la tierra, en el trabajo, en la pobreza infinita que aquí se conoció".
Una realidad frente a la cual Saramago hizo un llamamiento a los más jóvenes "para que aprendan -dijo- que el mundo no es tan fácil como se nos quiere inculcar".
Como elemento cercano que pueda invitarles a dicha reflexión, el Nobel de Literatura se refirió a los "cinco minutos de apagón" convocados anoche en denuncia del cambio climático.
Una iniciativa que recalcó que "significa que hay una conciencia de que el planeta está en riesgo grave y, si el planeta está en riesgo grave, por tanto, desapareceremos".
"Quizá tardemos miles de años, pero desapareceremos, porque todo desaparece y nosotros no somos inmortales", sentenció. EFE
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